jueves, 21 de septiembre de 2017

No me gusta leer.



En numerosas ocasiones, hablando de todo un poco con la gente, sale el tema de la lectura. La última vez, un amigo reconocía que no leía nada que no estuviese relacionado con su profesión. Hacía años que no cogía un libro de otra materia y se ponía a leer por placer.

No hay nada de malo en ello, si no quieres leer porque simplemente no te gusta, pues ya está. No hay nada de lo que avergonzarse.
El problema es cuando lo que te pasa es que en realidad sí quieres leer pero no lees porque crees que no te interesa nada.

Voy a rizar el rizo un poco más. Hace ya tiempo otro amigo me contaba que quería leer delante de sus hijos para que ellos cogiesen el hábito de leer. Pero que no conseguía sentarse más de 5 minutos a leer, que se levantaba enseguida y dejaba el libro porque no conseguía concentrarse ni disfrutar de la lectura.

No voy a entrar en lo beneficioso que es el hecho de leer libros en general. Sí en cambio te voy a decir qué puedes hacer cuando te encuentras en esa situación en la que no lees porque no te gusta pero te sientes en la obligación de hacerlo.

Posibles razones por las que no lees
  1. [Como ya has visto:] Cuando lees, no disfrutas
  2. No tienes tiempo
  3. Estás cansado
  4. Optas por cosas que requieren menos esfuerzo intelectual: televisión
  5. Tienes cosas más importantes que hacer
Solución
Pregúntate lo siguiente:
  1. ¿Cuál es tu pasión?
  2. ¿Cuáles son tus aficiones?
  3. ¿Sobre qué te gustaría saber más?
  4. ¿Con qué disfrutas cuando aprendes sobre ello?
  5. ¿Qué te gustaría saber?
  6. ¿Qué consigues leyendo sobre algo que te gusta?
  7. ¿Hay algo que puedas hacer para tener 10 minutos al día para leer?

Hazte esas preguntas y responde a ellas honestamente. Ahora dime si todavía no vas a leer.

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